El próximo 31 de octubre se cierra una de las convocatorias de ayudas más relevantes para la digitalización de pymes y autónomos en España: el Kit Digital. Tras más de tres años de recorrido, esta iniciativa financiada con fondos europeos ha dejado una huella clara en el tejido empresarial de Baleares y del conjunto del país. La pregunta ahora es si el programa se recordará como una oportunidad perdida para quienes no han sabido aprovecharlo o como el impulso definitivo para quienes sí han dado el paso hacia la transformación digital.
El Kit Digital nació con un objetivo ambicioso: reducir la brecha digital de las pequeñas empresas y de los profesionales autónomos, un segmento que representa más del 95% del tejido empresarial español. En Baleares, donde la economía depende en gran medida del turismo y de servicios de proximidad, la digitalización se ha convertido en una necesidad urgente para competir y diferenciarse.
Según datos oficiales, más de 350.000 empresas de toda España han solicitado estas ayudas. La realidad, sin embargo, es que muchas aún no han completado el proceso o han dejado pasar la oportunidad, a veces por desconocimiento, otras por falta de acompañamiento en un procedimiento que, aunque simplificado, sigue requiriendo orientación profesional.
En Refineria hemos tenido la oportunidad de acompañar a casi 2000 pymes y autónomos de Mallorca y del resto del archipiélago en este proceso. Hemos visto cómo un simple bono digital de hasta 12.000 € podía convertirse en un verdadero punto de inflexión para negocios muy distintos entre sí.
Estos casos demuestran que la digitalización no es un lujo, sino una herramienta imprescindible para la sostenibilidad y el crecimiento de cualquier proyecto.
Uno de los atractivos más recientes del Kit Digital es la posibilidad de solicitar un ordenador portátil valorado en 1.000 € y obtenerlo completamente gratuito. Se trata de una oportunidad única para renovar equipamiento tecnológico sin que suponga un coste adicional para autónomos y pymes. Y, como en el resto de servicios, en Refineria nos encargamos de gestionar todo el proceso para que las empresas puedan recibir este recurso sin complicaciones.
Esta opción se suma a los proyectos de página web, comercio electrónico, gestión de redes sociales, ciberseguridad o digitalización de procesos internos, ampliando el alcance y el impacto del programa.
Con la fecha límite del 31 de octubre en el horizonte, el tiempo para solicitar el Kit Digital se agota. A diferencia de otras convocatorias europeas que se alargan en el tiempo, este programa tiene una fecha de caducidad inamovible. Quienes no den el paso ahora probablemente tendrán que esperar a futuras ayudas con condiciones diferentes y, posiblemente, menos ventajosas.
El proceso, aunque requiere cierta gestión administrativa, es más ágil cuando se cuenta con un agente digitalizador acreditado. En Refineria no solo hemos tramitado solicitudes, sino que hemos desarrollado proyectos a medida, garantizando que la inversión se traduzca en resultados concretos y medibles.
La cuenta atrás ha comenzado. Hasta el 31 de octubre aún es posible solicitar el bono del Kit Digital y, con él, proyectos de digitalización o incluso el nuevo portátil de 1.000€.
En Refineria creemos que esta es la última llamada para dar un paso adelante. Porque la digitalización no es una moda pasajera, sino el camino inevitable para que pymes y autónomos se mantengan vivos, relevantes y competitivos en el futuro.
Quien aproveche esta oportunidad, dará un salto de calidad. Quien no, corre el riesgo de quedarse atrás.